Nuestra Historia

En 1901

                                       el pastelero catalán Martin Costa Carbonell llegó a Ecuador con la misión de hacer realidad el sueño de un empresario visionario: preparar las mejores recetas de dulces españoles para una cafetería en la ciudad de Guayaquil.

Fueron años de mucho trabajo, siete para ser exactos, cuando aquel pastelero que había llegado a Sudamérica con la única consigna de deleitar a todos quienes pasaban por la calle Luque y Pichincha en busca de un dulce, tomó la decisión de comprar el prometedor negocio Dulcería “La Palma”.

 

Desde 1908 la dulcería de Martín Costa atendió a familias que desde muy temprano pasaban a desayunar café con leche, huevos a la copa y cachitos; y llevarse una funda de esas de papel de empaque lleno de delicias a casa, aquellas que esperaban los nietos y toda la familia para degustar en el momento del café de la tarde.

Pero en 1950 un accidente ocurrió en la calle Luque, un incendio quemó el local. Así fue como Ramón Costa Colominas, sobrino del Sr. Martín, decidió abrir Dulcería La Palma donde se ubicaba la fábrica y justo debajo de la residencia de los Costa, en Escobedo y Vélez, donde hasta el día de hoy podemos disfrutar de las tradicionales delicias de “La Palma”.

Misión

Ofrecer el lugar ideal donde las relaciones se enriquezcan de momentos de calidad, brindando el mejor servicio y productos de excelencia con el sabor de siempre.

Visión

Ser reconocidos por ser la cafetería más antigua en la ciudad de Guayaquil, a nivel nacional e internacional.

Valores